Bernard
Lucas Feringa es un químico orgánico
Holandés nacido en Barger-Compascuum
el 18 de mayo de 1951.
Feringa,
recibió el Premio Nobel en 2016 por “el diseño y síntesis de máquinas
moleculares”.
Feringa
obtuvo su doctorado en la Universidad de Groningen, en los Países Bajos, bajo
la dirección del profesor Hans Wynberg. Después de trabajar como científico
investigador en Shell y en el Centro de Biociencias en el Reino Unido, fue
nombrado profesor y en 1988 profesor titular en la Universidad de Groningen y
nombrado Profesor Distinguido de Ciencias Moleculares en 2004. Fue elegido
miembro de la Academia Americana de Artes y Ciencias y miembro y vicepresidente
de la Real Academia Holandesa de Ciencias. En 2008 fue nombrado profesor de la
Academia y caballero por Su Majestad la
Reina de los Países Bajos.
La
investigación de Feringa ha sido reconocida con varios premios, entre ellos el
Koerber European Science Award (2003). El interés de la investigación incluye
estereoquímica, síntesis orgánica, catálisis asimétrica, optofarma,
interruptores y motores moleculares, autoensamblaje y nanosistemas moleculares.
En 1999 desarrolló el primer motor
molecular unidireccional. Para ello entendió que las moléculas se unían en las
diversas partículas de las células para formar máquinas, gracias a que las
moléculas han desarrollado la capacidad de autoensamblarse por medio de
mensajes en su estructura. El Dr. Feringa consiguió este motor que tiene como
fuente de energía el ATP, igual que nuestras células. En 2011 consiguió crear
el primer coche nanomolecular capaz de trasladarse por superficies
microscópicas y en 2016, nanocoche eléctrico “teledirigido” gracias a la
incorporación de un rotor.
Las máquinas moleculares podrían
servir de depósitos de energía, sensores y permitirán, en unos cien años el
desarrollo de nuevos nano materiales en cuya construcción y transporten
ayudarán las máquinas.
Aplicaciones
sociales a sus estudios
Ha logrado avances importantes en diversos campos de la química, tanto
en la síntesis orgánica, la catálisis, la química supramolecular y la nanotecnología. Su descubrimiento en 1999
de los «motores moleculares», fue clave en el conocimiento y en el avance para
aplicaciones en el campo del suministro de fármacos con alta precisión a través
del torrente sanguíneo