Comunicación

Reducción del daño en tabaquismo, ¿de qué estamos hablando?

09 | 05 | 2019

Ante el repunte de la incidencia de tabaquismo en nuestro país

Médicos abogan por una visión más abierta y avanzada para luchar contra el tabaquismo 

“Como profesionales, tenemos que poder hacer algo por todos aquellos fumadores que no quieren dejar de fumar, por lo que resulta fundamental explorar nuevas vías” ha señalado el Dr. Josep Maria Ramon Torrell, jefe de la Unidad de Tabaquismo del Hospital Universitari de Bellvitge

Valencia, 9 de mayo de 2019.- Según la “Encuesta Sobre Alcohol y Drogas en España” (EDADES), elaborada por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, la prevalencia de fumadores diarios en nuestro país ha experimentado un repunte en los últimos años, alcanzando un 34%. La Comunidad Valenciana es una de las regiones con mayor prevalencia (38,9%), por encima de la media nacional. Junto a ella, se encuentran otras comunidades autónomas como Asturias (42,1%), Extremadura (39,1%) o Aragón (36,8%). 

En este contexto, la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados (FVEA) —con la colaboración de Philip Morris International— ha organizado una jornada bajo el título “Reducción del daño en tabaquismo: ¿De qué estamos hablando?”. El  objetivo ha sido debatir sobre los nuevos modelos de abordaje y  analizar la experiencia de países europeos, como Inglaterra, que avanzan hacia políticas de reducción del daño que ya contemplan alternativas al cigarrillo tradicional.

El Dr. Josep Maria Ramon Torrell, jefe de la Unidad de Tabaquismo del Hospital Universitari de Bellvitge, ha aclarado que el humo del tabaco y las sustancias tóxicas presentes en él son las que provocan la enfermedad en sí misma, no la nicotina. Asimismo, ha ahondado en la necesidad de contar con más herramientas para luchar contra el tabaquismo. “Como profesionales, tenemos que poder hacer algo por todos aquellos fumadores que no quieren dejar de fumar, por lo que resulta fundamental explorar nuevas vías”, ha señalado.

En este sentido, el Dr. José Miguel Rodríguez González-Moro, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, ha incidido en que “los tratamientos disponibles actualmente para tratar a los pacientes que fuman no siempre funcionan. Por ello, resulta fundamental contemplar otras alternativas —como el tabaco sin combustión o el cigarrillo electrónico— que, si bien no están exentas de riesgo, pueden contribuir a reducir el daño ocasionado por el cigarrillo tradicional”.

Por otro lado, los expertos han analizado las políticas para la lucha contra el tabaquismo que se están llevando a cabo en países europeos, como Reino Unido, donde las alternativas al cigarrillo, como el vaporizador o cigarrillo electrónico, ya forman parte de sus políticas anti-tabáquicas. 

El Dr. Antonio Sierra, catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad de La Laguna de Tenerife, también ha incidido en el caso de Inglaterra, uno de los países que está consiguiendo resultados a través de sus políticas anti tabáquicas que contemplan las alternativas al cigarrillo tradicional. “Durante 2017, alrededor de 2,8 millones de británicos utilizaron el cigarrillo electrónico, siendo el principal motivo (48,8%) dejar de fumar, seguido de la percepción de ser menos dañinos que los cigarrillos convencionales (29,2%)”, ha señalado.

Durante su ponencia, el Dr. Sierra ha destacado el caso de Suecia con un consumo predominante de snus —tabaco oral sin combustión— entre hombres en vez de cigarrillos, lo que le lleva a tener la prevalencia de cáncer de pulmón más baja de toda Europa (16,6 en 2014).

Por su parte, el Dr. Miguel de la Guardia, catedrático de Química Analítica de la Universidad de Valencia, ha ahondado durante su intervención en los efectos de la nicotina y los componentes del humo del tabaco. En esta línea, el catedrático ha explicado que la combustión del tabaco genera monóxido de carbono, amoníaco y compuestos orgánicos volátiles, algunos de ellos extremadamente cancerígenos.

“Tal y como revelan los resultados de mis investigaciones, las nuevas alternativas al tabaco de combustión suponen una enorme reducción de la exposición de agentes activos y pasivos a las emisiones de gases y partículas; siendo el tabaco calentado el que genera menos emisiones y afecta en menor medida a consumidores activos y pasivos”, ha explicado según sus propias investigaciones el Dr. De la Guardia.

La jornada ha sido inaugurada por el Prof. Santiago Grisolía, fundador y secretario de la FVEA e impulsor de los Premios Rei Jaume I que, en sus palabras de agradecimiento, ha destacado el compromiso con la ciencia que tiene la Fundación. “Si algo he descubierto como científico, es que hay que analizar los datos de una manera neutral para poder sacar conclusiones, y los resultados de las últimas encuestas muestran un repunte del hábito tabáquico y que los métodos para dejar de fumar siguen sin ser efectivos para un alto porcentaje de la población. Por este motivo, resulta fundamental explorar nuevas opciones que, sin estar exentas de riesgo, puedan contribuir a detener las muertes asociadas al tabaquismo que, cada año, se cobran la vida de 52.000 personas en nuestro país”.